lunes, 5 de marzo de 2012

Relación entre palabras e imágenes según Manguel


 Ante el dilema que nos plantea hoy día el uso de la imagen y la escritura, revisemos un poco el pasado: para los antiguos el dibujo de una cabra grabado en una tablilla de arcilla era también el nombre de la cabra. De este modo, nos explica Alberto Manguel en su libro Nuevo elogio de la locura (Bs.As., Emecé, 2006) esta relación primigenia entre ilustración y texto:
"La relación entre las palabras y las imágenes se ha discutido durante siglos, por lo menos desde la época de Grecia y Roma, pero en especial en la Edad Media y en el Renacimiento. ¿Cuáles eran los límites espaciales y temporales de cada uno de esos sistemas? ¿Se complementaban o se restaban valores el uno al otro? ¿Cuál colaboraba de manera más eficaz con la imaginación? En retórica, ese problema se conoció por su etiqueta latina, ut pictura poesis, "en la pintura como en la poesía", que concibió Horacio en su Ars Poetica en el siglo I a.C., pero esa aparente equivalencia sólo acentuó las diferencias entre ambos medios. Dos siglos más tarde, la noción de que "la pintura es poesía muda y la poesía es pintura con palabras" ya era, según Plutarco, un lugar común. Ya fuera que las palabras revelaran imágenes que eran "espejos del mundo" (Fray Luis de León) o que las imágenes pudieran verse como "encarnaciones de la palabra" (Pico Della Mirandola), lo obvio era la existencia de una relación entre lo que la mente percibía por medio de un código razonado y convencional de signos (el alfabeto) o un código intuitivo y sensorial de líneas , colores y formas (las imágenes visuales). Esta intimidad entre las imágenes y las palabras aparece implícita en el verbo griego graphein, que significa "escribir" y también "pintar", al igual que la palabra china hsieh, en la que ambos actos se confunden. (...) [Pero en el siglo XVIII, el académico alemán Gotthold Ephraim Lessing nos aclara un poco más el concepto ut pictura poesis] Lessing señalaba que un poeta podía retratar las emociones de un personaje en cualquier momento dado y permitir que el lector siguiera el recorrido de ese personaje a lo largo  de la narrativa; un pintor o escultor está sujeto al instante, y por lo tanto debe ceñirse a una sola expresión. Para Lessing, una "lectura" evoluciona en el tiempo y la otra en el espacio; las dos requieren una participación activa de la audiencia."

      ¿Qué les parece si leemos el libro-álbum teniendo en cuenta estos conceptos? 


The Fantastic Flying Books of Mr. Morris Lessmore (2011)